La carpintería en la construcción

Hablar de carpintería, nos hace de forma instantánea evocar una imagen concreta de algún mueble fabricado en madera y con un cierto aire artesanal. Ese es el concepto más generalizado del término. Asociamos a los carpinteros al trabajo artesanal de la madera. Sin embargo, la carpintería es mucho más amplia que la mera confección de muebles o puertas y ventanas. Profesionales del sector de las reformas y la decoración como El Baúl, cuentan con carpinteros que nos han explicado en que consiste el oficio y todo lo que abarca la carpintería, tanto a nivel general como en el sector de las reformas y la construcción.

Como decimos, este oficio milenario, abarca muchos otros aspectos e incluso materiales de lo que tendemos a pensar. Un carpintero no solo trabaja la madera, puede utilizar materiales tan diversos como el aluminio o el PVC para realizar sus trabajos.

Si nos remontamos a los orígenes del oficio de carpintero, nos encontramos que desde que el ser humano se percató de que los árboles proporcionaban un material con el que podía crear cosas, la madera obtenida, sufrió una evolución inminente. Dicha evolución, dio como resultado el oficio de carpintero, cuya labor consistía y consiste, en cambiar la forma y el aspecto de la madera para que, a partir de la misma, se puedan crear herramientas o útiles para el ser humano.

Sus aplicaciones principales se encuentran en el sector de la construcción, la carpintería artesanal y de mobiliario y la ebanistería.

Un poquito de historia

Los datos existentes, aseguran que este oficio se originó hace al menos seis mil años, siendo el año dos mil quinientos antes de Cristo el momento y Egipto, el lugar donde se realizaron los primeros trabajos de carpintería. Se sabe que el trono de Tutankamón se fabrico en el año mil trescientos cincuenta antes de Cristo.

De lo poco que se conoce sobre sus inicios, este oficio, no gozaba de gran reconocimiento hasta que el paso de los años, otorgó a los carpinteros mayor notoriedad, gracias a las piezas que creaban y acaparaban la atención.

No obstante, no fue hasta llegada la edad media que la carpintería se convertía en un oficio cada vez más habitual y valorado. La construcción de sillas, mesas, puertas y demás utensilios que facilitaban la vida de las personas, eran de gran ayuda en la vida cotidiana. Ya en la edad clásica, la carpintería y el carpintero gozaban de mayor y mejor reputación, tanto en el ámbito de la construcción como en el artístico.

Llegado el siglo diecisiete, la carpintería más artística concibió una de las construcciones mas elogiadas a lo largo de la historia de la humanidad: el carruaje. Un vehículo que contaba con un diseño elegante y una gran utilidad a la hora de transportar cargas y desplazarse a otros lugares. Como curiosidad, mencionar que el nombre carpintería, procede del vocablo latín carpentrius que significa, creador de carruajes.

En la época renacentista, la carpintería, gozaba de una merecida fama y se consideraba un oficio de elevado nivel que practicaban muchas personas a lo largo del mundo, convirtiéndose con el paso del tiempo, en una actividad esencial y clave para el desarrollo de la sociedad.

La carpintería en la actualidad: tipos

En la actualidad, la diversificación está a la orden del día. Para que haya diversificación debe existir especialización. En el campo de la carpintería no se hace excepción y, cada modalidad, cuenta con su propio grado de especialización. No todos los carpinteros hacen muebles, ni ventanas o puertas, ni tampoco se dedican a crear obras decorativas o monumentos. Según la finalidad de los acabados, encontramos varios tipos de carpintería bien definidos.

La carpintería decorativa, encargada de llevar a cabo trabajos que van a ser utilizados como elementos de decoración y funcionales en determinados espacios y lugares. En este campo encontramos la construcción de accesorios y mobiliario de madera.

Por otro lado, tenemos la carpintería industrial que es la que utilizan las empresas e industrias que utilizan la materia prima procedente de los aserraderos.

Una de las mas habituales es la carpintería de construcción que se utiliza en el diseño y construcción de edificios y viviendas. En este campo, se centran en la construcción de las ventanas, puertas y otro tipo de aperturas, así como para realizar elementos de otro tipo como las vigas laminadas, revestimientos, encofrados, paneles, etc.

Quizá la más llamativa de todas, sea la carpintería de tipo artesanal, con el que se pueden crear y concebir objetos y obras que son únicos y en ciertas ocasiones difíciles de valorar.

Un taller de carpintería es el lugar en el que se construyen piezas de madera que van a ser utilizadas con distinta finalidad, desde ventanas a revestimientos.

Si nos salimos de la madera, aunque pueda resultar chocante, encontramos la carpintería de aluminio que hace alusión a los trabajos de carpintería que se realizan con el uso de perfiles de aluminio. Este tipo concreto de carpintería, destaca por su excelente resistencia mecánica y por la utilización de este material que posee características tales como el bajo coste, la excelente estanqueidad que ofrece, la construcción estandarizada, baja corrosión electrolítica, variedad de colores y diversidad de formas.

No podemos olvidar la carpintería exterior que se encarga de realizar los trabajos de cierre a través de puertas o ventanas para que las construcciones dispongan de la ventilación e iluminación natural necesarias. Este tipo de carpintería es el mas tenido en cuenta a la hora de hacer el revestimiento exterior de las construcciones, puesto que su aislamiento tanto térmico como acústico es inferior que el que ofrecen las paredes.

También podemos definir el tipo de carpintería en función del material con el que se trabaja, diferenciando de este modo en carpintería de madera, PVC o metálica.

Ebanistería, carpintería a nivel superior

Aunque para muchos un carpintero y un ebanista son la misma cosa, la realidad es que no es así. Tanto sus métodos como sus funciones, difieren entre ambos, siendo sus diferencias sutiles pero importantes.

En resumidas cuentas, la ebanistería, consiste en una especialización de la carpintería que se enfoca en la producción o creación de muebles de mayor elaboración, generación de técnicas novedosas y complementarias a otras para la fabricación de piezas. Marquetería, talla, torneado y tarace son algunas de las técnicas que utiliza un ebanista para hacer de sus creaciones toda una obra de arte, única y especial.

No siendo igual para el ebanista que, dentro de su labor, la delicadeza y el detalle, solo son posibles utilizando las mejores maderas. Esta es una de las mayores diferencias entre el carpintero y el ebanista, este último, trabaja indiscutiblemente con madera. Su trabajo, es el de diseñar y fabricar muebles de madera, realizar tallado de molduras y bajorrelieves para obtener resultados que rozan lo artístico. Estos artesanos de la madera, garantizan todo el proceso de fabricación del mueble en cuestión, desde la elección del diseño y la madera hasta la ejecución: aserrado, soldadura, ensamblaje, decorado y montaje.

Se deduce que la especialización de un ebanista, va dirigida a la fabricación de mobiliario y es, por lo tanto, capaz de hacer y concebir muebles de mayor complejidad. Mientras que el carpintero, posee una formación mas generalizada, pudiendo abarcar mayor variedad de trabajos.

Un carpintero o un ebanista, comparten, no obstante, herramientas que son necesarias para poder llevar a cabo cualquier tipo de trabajo. Entre ellas, no puede faltar un serrucho, martillo, taladro, cepillo, gubia, regla, tornillos, lija, lápiz… y por supuesto, unas buenas manos con las que trabajar.

Herramientas más modernas también son utilizadas por los maestros carpinteros: lijadoras, sierras circulares, radiales, torno, calentadora… cada una de ellas con una utilidad concreta y disponibles en diferentes dimensiones ejecutar trabajos de diferente envergadura.

En cuento a los materiales, mientras que un ebanista, se decantará siempre por las maderas más nobles, un buen artesano sabe diferenciar y sacar el mejor partido posible a cada tipo de madera, en función de la finalidad del objeto a crear. Cedro, roble, ébano, pino, haya, nogal… La versatilidad que posee y ofrece la madera, es para el carpintero y, para el ebanista, todavía más, sin duda alguna lo que hace que su trabajo tenga tanto valor desde que se originó el oficio.

Aunque como ya hemos comentado, los carpinteros actuales, no solo utilizan la madera para hacer los trabajos de carpintería encomendados. Aluminio, PVC y otros materiales, han ido ganando terreno a la madera en algunos tipos de trabajo en particular.

De cualquier modo, la carpintería, es uno de los oficios más antiguos. Sus orígenes, milenarios se asocian al descubrimiento del ser humano, de la madera como elemento de fabricación y construcción. A lo largo de la historia, la madera ha estado presente en todo momento, ya sea como elemento de construcción, como material para fabricar útiles de todo tipo o mobiliario y, por supuesto en el mundo del arte, donde las tallas en madera, son de un valor incalculable.

En el sector de la construcción, siguen siendo profesionales elementales para la concepción y colocación de las puertas y ventanas que son indispensables. Además de para una multitud de tareas que solo puede llevar a cabo un carpintero.

 

 

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