Hay una cosa que nos preocupa… y bastante. En España, la situación en la que se han encontrado muchas familias desde que llegara la crisis del año 2008 (la más grave desde el crack de 1929) ha hecho que muchas de ellas hayan prescindido de cuestiones que resultan básicas para garantizar su comodidad y la seguridad de su domicilio. Y este es un problema de una gravedad importante. ¿Quién nos dice que no vamos a sufrir un incendio en casa? ¿O una simple gotera? ¿Qué hacemos si eso ocurre? ¿Cómo van a vivir nuestros hijos e hijas? Se trataría de una situación lastimosa cuanto menos.
Una información publicada por el diario El Mundo en el mes de marzo de 2014 aseguraba que eran poco más de 8 millones las viviendas que no tenían seguro en España. Se trataba de un asunto que ya era preocupante por el hecho de que, en 2007, la cifra era de 7’5 millones de hogares sin seguro. La tendencia era negativa: cada vez más viviendas se encontraban sin asegurar. El gobierno y las autoridades públicas competentes ya tenían que haber hecho lo posible por corregir la situación de estas familias, que normalmente no tienen seguro porque no disponen de una capacidad económica suficiente. Pero no lo hicieron.
¿Qué ha ido pasando en los años que han seguido? Informa de ello otra noticia, en este caso del diario ABC. Apunta que, en el año 2018, ya eran casi 9 los millones de viviendas que se encontraban sin seguro, lo que implica que ese número de viviendas sin asegurar llevaba creciendo una década. Sin duda, estamos hablando de un asunto que exige una solución porque, desde luego, estamos convencidos que desde 2018 hasta el 2022 en el que nos encontramos, la cifra seguro que ha crecido de nuevo. Es el cuento de nunca acabar.
España necesita a personas que vivan seguras en sus domicilios. Y, por desgracia, en los últimos años estamos asistiendo a un crecimiento en el número de viviendas que no disponen de un seguro. Nos lo han hecho saber recientemente los profesionales del Bufete Albanés, quienes siempre han estado muy ligados a este tema pero que ahora han visto cómo todo lo que tiene que ver con los seguros en otras materias han adelantado a todo lo referente al seguro del hogar en el interior de nuestras fronteras.
¿Se va a producir un cambio de tendencia? ¿Y cuándo llegará?
Estamos, sin duda, ante la pregunta que se hace todo el mundo cuando es consciente de la gravedad de un problema como del que estamos hablando. No cabe duda de que es imprescindible que la gente asegure su casa para que pueda obtener una reparación por los daños causados por un posible incendio, una inundación o cualquier otro problema que pueda condicionar al hogar. No tener un seguro puede equivaler a la más absoluta de las ruinas y todos y todas lo sabemos. En cada pueblo o ciudad hay algún afectado por esta cuestión.
Ese cambio de tendencia llegará cuando la situación económica general en España empiece a crecer y lo haga con cierta regularidad durante una serie de años consecutivos, que es lo que no ha venido pasando desde que en 2008 arrancara esa crisis económica a la que antes nos hemos referido. En cuanto eso ocurra, empezaremos a ver casi con total seguridad como se va reduciendo el número de viviendas que siguen sin seguro en España. Una cosa lleva a la otra y es más que evidente que, cuando la economía funcione, todo lo demás se moverá en guarismos que nos convenzan de que la gente dispone de una mayor seguridad en el hogar, algo que se consigue, entre otras cosas, con la contratación de seguros, valga la redundancia.
Está claro que quedan muchas cosas por cambiar para que la situación económica que estamos viviendo cambie, pero estamos convencidos de que ese crecimiento estable que venimos demandando se va a producir más tarde o más temprano y no solo en España, sino en toda la Unión Europea. Esa será la mejor de las noticias porque, si esa estabilidad económica no solo llega a un país sino a todos los que se encuentran a su alrededor, será mucho más potente, que es lo que nosotros pretendemos.
Vivimos en un país que, a pesar de haber sido castigado duramente por dos crisis económicas muy potentes en lo que va de siglo, siempre sale adelante. Ojalá que, en este caso, nadie se quede atrás en ese crecimiento y que podamos conseguir una calidad de vida mucho más convincente para mucha gente que vive en nuestros pueblos y ciudades. Y una de las mejores maneras de conseguirlo es, sin lugar a dudas, el hecho de que exista un seguro de hogar que nos proteja en caso de desastre.