Plantearse una renovación en el hogar puede suponer muchos quebraderos de cabeza sobre todo cuando no se sabe por dónde empezar. Por esta razón solemos tirar del boca a boca y contratar a gente recomendada por algún conocido, pero esto no siempre resulta bien.
La renovación de una casa aunque necesaria puede resultar no solamente costosa, sino arriesgada porque siempre acaban surgiendo problemas, gastos inesperados y muchos dolores de cabeza. Cuando nos planteamos mejorar una vivienda debemos ver lo que necesita, diferenciar lo urgente de lo importante, tener claro cuál es el presupuesto para invertirlo bien ya que probablemente, como suele pasar, los gastos se disparen y no se pueda hacer todo lo que se tenía pensado. Si la vivienda de la que se trata es vieja seguramente debamos plantearnos una renovación de fontanería y electricidad, nadie quiere arreglarse una casa y al cabo de los años tener que tirar lo hecho para arreglar algo que debió ser los primero en renovarse. Lo más inteligente es mejorar las cosas de dentro hacia afuera, la estética al fin y al cabo es lo menos importante y se puede hacer en cualquier momento. Es por ello que lo recomendable es primeramente destinar una parte del presupuesto a la fontanería, electricidad…
Hay que tener un apartado reservado en el presupuesto para los imprevistos
A partir de aquí son muchas cosas que se pueden cambiar en una casa dependiendo de su estado. Si la vivienda es muy vieja, probablemente se necesiten cambiar los cerramientos, osea ventanas y puertas. Sobre este aspecto, lo primero que se deberían cambiar son las ventanas, primero de ello porque son las que más obra necesitan y es mejor hacerlo antes de renovar el resto de la casa así no estropearemos las paredes ni sus acabados; además las ventanas son muy importantes en relación con el aprovechamiento energético, nos protegen de las corrientes, frío y calor. Seguidamente las puertas del hogar, son importantes también para el aprovechamiento energético, pero en la lista de prioridades no son tan urgentes pues teniendo unas se puede aguantar si no se tiene presupuesto para todo, al fin y al cabo es algo fácil de quitar y poner, no requiere de obra.
Algo muy importante en un hogar es la cocina, podríamos decir que en términos económicos y de obra es lo más importante, si no se vive en la casa es de lo primero que debería hacerse pues una vez dentro es muy incómodo afrontar la renovación de una cocina. Tenemos que tener en cuenta que es un proyecto que se lleva gran parte del presupuesto, por esto debemos ser inteligentes y hacer priorizar los aspectos prácticos sobre los estéticos. Las cocinas son caras por eso debemos de contar con profesionales que nos asesoren bien y escuchar sus recomendaciones pues desde el desconocimiento podemos invertir el dinero en aspectos que no resulten importantes para la funcionalidad de la cocina, no debemos dejarnos llevar por las modas y priorizar el equilibrio calidad precio.
Otra estancia muy importante en el hogar es el cuarto de baño, digamos que es la otra parte de la obra que se lleva la mayor parte del presupuesto, no solo por la fontanería, sino porque normalmente requiere obra al igual que en la cocina, en ambas estancias se suele retirar y renovar el alicatado de las paredes e incluso los suelos. La grifería, los muebles de baño y la bañera o ducha se llevan un buen pedazo. Como nos comentan desde Bañospacio, hay quien prefiere tener bañera porque le gusta disfrutar de largos ratos de relajación, pero normalmente por falta de espacio y para evitar los costes de llenar una bañera, últimamente lo que más se lleva es la retirada de la bañera y la sustitución por un plato de ducha. Puede darse el caso de que a estas alturas ya nos hayamos quedado sin presupuesto ya que rara vez no surgen imprevistos o añadiduras de última hora, es por esto que debamos dejar algo de nuestro proyecto de renovación para más adelante. Ante esta situación la recomendación es dejar al menos la fontanería del baño hecha, de este modo podremos terminar de renovar el baño más adelante, será solo cuestión de renovar el alicatado, sustituir la bañera si no lo hemos hecho ya y poner algunos muebles.
Otras cuestiones que son menos costosas a la hora de darle un lavado de cara a nuestra vivienda son aspectos como una mano de pintura y los muebles de la casa. Pintar es algo que puede resultar muy económico ya que podemos hacerlo nosotros mismos con un poco de maña, pero si no nos apetece mancharnos de pintura igualmente es algo que puede hacer un profesional del sector y que no resulta especialmente caro.