Cuando el frío del invierno se va, es momento de pensar en disfrutar de esos calurosos días de verano junto a la piscina. Sin embargo, muchas veces nos encontramos con que nuestra piscina ha sufrido el paso del tiempo y las inclemencias del clima durante los meses más fríos. Los motivos para que una piscina quede descuidada en invierno pueden ser varios: falta de tiempo, olvido, o simplemente porque no vemos la necesidad de mantenerla cuando no la vamos a usar. Este descuido puede provocar una serie de problemas que, si no se solucionan a tiempo, pueden arruinar nuestra diversión veraniega. Veamos cuáles son los principales desperfectos y cómo podemos solucionarlos.
Principales problemas y desperfectos de una piscina descuidada en invierno.
- Acumulación de hojas y residuos: el viento y las tormentas invernales suelen arrastrar hojas, ramas y otros residuos que se depositan en la superficie y el fondo de la piscina. Aunque a primera vista no parezca un gran problema, esta acumulación puede obstruir los sistemas de filtrado y crear un caldo de cultivo perfecto para las algas y bacterias.
- Agua verde y turbia: la falta de cloro y una mala circulación del agua durante el invierno pueden hacer que el agua de la piscina se vuelva verde y turbia. Este color verdoso es una señal clara de que las algas han tomado el control. Además, el agua turbia puede indicar la presencia de partículas suspendidas y la proliferación de microorganismos.
- Daños en el revestimiento: el revestimiento de la piscina puede sufrir daños debido a la falta de mantenimiento. El frío extremo y los cambios de temperatura pueden causar grietas y desprendimientos en el revestimiento, lo que no solo afecta la estética de la piscina, sino que también puede provocar fugas de agua.
- Problemas en los sistemas de filtrado y bombeo: si el sistema de filtrado y la bomba de la piscina no han sido usados durante el invierno, es posible que hayan acumulado suciedad o sufrido daños. La falta de uso prolongado puede causar atascos, fallos en los componentes eléctricos o incluso la rotura de piezas importantes.
- Corrosión y daños en las escaleras y barandillas: los accesorios metálicos de la piscina, como las escaleras y barandillas, pueden oxidarse y corroerse si no se les ha dado un adecuado tratamiento anticorrosivo antes del invierno. Esto no solo es un problema estético, sino que puede convertirse en un peligro para los bañistas.
Soluciones para poner a punto tu piscina.
- Eliminación de hojas y residuos:
- Solución DIY: utiliza una red de superficie y un cepillo de piscina para recoger y eliminar todos los residuos visibles. No olvides revisar el fondo de la piscina y los cestos de los skimmers.
- Solución profesional: un servicio de mantenimiento puede usar equipos de limpieza más avanzados, como aspiradoras subacuáticas y robots limpiadores, para asegurar una limpieza profunda y completa.
- Tratamiento del agua verde y turbia:
- Solución DIY: ajusta los niveles de pH del agua entre 7,2 y 7,6. Luego, realiza un tratamiento de choque con cloro para eliminar las algas. Es posible que necesites cepillar las paredes y el fondo de la piscina para desprender las algas adheridas.
- Solución profesional: los profesionales pueden realizar análisis detallados del agua y aplicar productos específicos para tratar el tipo exacto de algas y microorganismos presentes. Además, pueden hacer un seguimiento para asegurarse de que el agua se mantenga en condiciones óptimas.
- Reparación del revestimiento:
- Solución DIY: para pequeñas grietas o desprendimientos, puedes usar kits de reparación específicos para piscinas, que incluyen masillas y selladores adecuados. Sigue las instrucciones del fabricante para asegurarte de una correcta aplicación.
- Solución profesional: los especialistas en mantenimiento de piscinas pueden evaluar la extensión del daño y aplicar soluciones más duraderas, como el reemplazo de azulejos o la aplicación de nuevos revestimientos. Desde RaMa Piscinas aseguran que esto garantiza que las reparaciones sean efectivas y estéticas.
- Mantenimiento del sistema de filtrado y bombeo:
- Solución DIY: revisa y limpia los filtros siguiendo las recomendaciones del fabricante. Asegúrate de que no haya obstrucciones en las tuberías y que la bomba funcione correctamente. Si encuentras algún fallo, intenta reemplazar las piezas dañadas.
- Solución profesional: un técnico cualificado puede realizar un mantenimiento completo del sistema, incluyendo la limpieza profunda de los filtros, la inspección de todas las conexiones y componentes eléctricos, y la reparación o reemplazo de cualquier pieza defectuosa. Esto garantiza un funcionamiento óptimo y prolonga la vida útil del equipo.
- Prevención y tratamiento de la corrosión en escaleras y barandillas:
- Solución DIY: limpia las partes metálicas con un cepillo de alambre y aplica un tratamiento anticorrosivo o pintura específica para metales. Asegúrate de revisar regularmente estos componentes para prevenir daños mayores.
- Solución profesional: los profesionales pueden ofrecer soluciones más permanentes, como el recubrimiento de las piezas metálicas con materiales resistentes a la corrosión o el reemplazo de componentes muy dañados por nuevos de acero inoxidable o con recubrimientos especiales.
Mantener tu piscina en buen estado te ahorra tiempo y dinero a largo plazo, al igual que garantiza que puedas disfrutar de un verano refrescante y sin preocupaciones. Ya sea que decidas hacer el mantenimiento tú mismo o contratar a un profesional, lo importante es no dejar pasar el tiempo y actuar cuanto antes para devolverle a tu piscina su esplendor.