Un buen negocio se sustenta en una buena idea, en unos grandes profesionales y en un establecimiento ideal. Estos tres pilares son fundamentales a la hora de garantizar el buen funcionamiento y progreso de una empresa. En el presente artículo vamos a centrar la atención sobre el tercero de ellos: el que tiene que ver con las oficinas o despachos en los que se ejerce una actividad concreta.
Conseguir esas oficinas o despachos puede no ser fácil. Cuando se busca un lugar ideal para el negocio los locales no solo se valoran por su amplitud o modernidad, sino también por la ubicación en la que se encuentran. Conseguir oficinas en el centro de una gran ciudad como Madrid y Barcelona otorga toda una serie de beneficios que nunca hay que dejar de tener en cuenta.
La empresa para la que trabajo está situada en Barcelona y se dedica al asesoramiento económico y legal de otras empresas y comercios. Llevo más de diez años en la compañía y he asistido a multitud de cambios en la entidad, cambios de plantilla, de modo de trabajar y también de ubicación. Todos ellos conllevan una influencia para la entidad que puede ser positiva o negativa. Afortunadamente, en el que caso que nos atañe la mayoría de ellos han sido más que positivos.
Hace unos tres años tuvimos la oportunidad perfecta para cambiar nuestras oficinas. La verdad es las que teníamos no estaban mal: eran confortables y amplias, pero las que acabábamos de descubrir podrían facilitarnos la vida enormemente. Se trataba de oficinas igualmente amplias y confortables, pero situadas en uno de los corazones de la ciudad: la Rambla de Cataluña.
El cambio tenía un objetivo claro: ganar visibilidad. La Rambla de Cataluña es un lugar por el que transitan miles y miles de personas y es imprescindible situar el nombre de la empresa en un lugar así para que a la gente le suene nuestro nombre. Como rigen los cánones de todo empresario, es imposible obtener rentabilidad si no se da a conocer nuestra actividad. Y la ubicación de las oficinas que nos ofrecía una entidad como Cacplus nos permitirían alzarnos con ese objetivo.
La confortabilidad, un añadido
Pero es que no solo íbamos a conseguir unas oficinas perfectamente situadas en una ciudad como Barcelona. Ese lugar era lo suficientemente amplio como para acoger a todos los trabajadores y garantizar un espacio lo suficientemente grande para cada uno. Los directores de la empresa tenían claro que todos nosotros nos encontraríamos mucho más cómodos en un lugar como aquel. Y no se iban a equivocar en absoluto.
En efecto, el trabajo en la Rambla de Cataluña nos fue mucho mejor. Como teníamos más espacio también podíamos organizarnos mejor y clasificar todo tipo de documentos de una manera más clara, más concreta, más eficiente. Esto también nos hacía ganar tiempo a la hora de buscar un archivo determinado y nos permitía, en definitiva, desempeñar nuestra labor de una manera más eficaz.
Tres años después del cambio de ubicación, creo que ninguno de los que trabajamos para la empresa tenemos duda alguna acerca de la adecuación del cambio. En términos económicos, éste también ha dejado unas cuantas ventajas, empezando por un aumento del número de clientes y terminando por un precio de alquiler más barato que todos cuantos habíamos tenido con anterioridad.
El objetivo de los directores es permanecer en nuestro sitio actual tanto tiempo como sea posible. Desde Cacplus, desde luego, nos han comunicado que para ello no existe ningún tipo de problema y que están encantados con nosotros. Si la relación continúa con esta dinámica, cosa de la que no tengo ninguna duda, las cosas seguirán funcionando igual de bien que hasta ahora. Y eso solo puede traer beneficios para nosotros.