Varios de los objetos más característicos de una vivienda son, sin lugar a dudas, los armarios. Este tipo de muebles, que muchas veces no reciben la atención que merecen, nos permiten disfrutar de una vida mucho más cómoda mediante el almacenamiento de ropa y demás pertenencias. La organización que ello otorga a nuestra vida no es en absoluto baladí.
Los diferentes tipos de armarios existentes hacen posible que siempre haya uno que se ajuste a las necesidades del cliente. Las familias no son igual de grandes ni poseen el mismo número de prendas o pertenencias, por lo que un armario que no es ideal para alguien sí que puede resultar de utilidad para otra persona. Simplemente se trata de encontrar nuestra “media naranja» en este sentido.
Mi mujer y yo comenzamos a pensar en cambiar de casa cuando ella se quedó embarazada hace ya cuatro años. El piso en el que vivíamos se quedaba pequeño y, como por fortuna teníamos un trabajo estable, disponíamos de los medios económicos suficientes como para afrontar el pago de una hipoteca cada mes. Comenzamos a buscar entonces una vivienda con más espacio para vivir y la encontramos en las afueras del pueblo en el que vivimos. Se trataba de una casa con un pequeño jardín y con un patio aceptable. Un buen lugar, en definitiva, para que creciera nuestro hijo.
Sin embargo, la casa estaba por amueblar. Teniendo en cuenta la importancia de los muebles para asegurar la comodidad de la familia y la buena distribución del espacio, se trataba de un tema que necesitaría de toda nuestra atención. Tendríamos que hacernos con muebles que encajaran en la vivienda. Una tarea que no nos parecía fácil y que sospechábamos que nos iba a robar bastante tiempo.
Una de nuestras principales preocupaciones era la de conseguir un armario con el que ahorráramos una buena cantidad de espacio. A tal efecto, habíamos pensado en la posibilidad de hacernos con varios armarios empotrados, que sin duda ofrece esa ventaja espacial que tanto deseábamos conseguir. Comenzamos a mirar en tiendas de todo tipo y nuestra preocupación creció a causa de los precios de productos como los que queríamos.
Sin embargo, nuestra suerte estaba a punto de cambiar. Alfonso, mi mejor amigo, se había cambiado de vivienda hacía tan solo dos años y me comunicó que él había encontrado buenos precios en una tienda llamada Sidón Armarios. Nos recomendaba que acudiéramos a su página web y prestáramos atención al catálogo. En cuanto lo hicimos, vimos una gama de armarios empotrados que nos cautivó.
Una casa espaciosa y apta para el crecimiento de los niños
En apenas unos días elegimos el tipo de armario que queríamos y se llevó a cabo todo lo necesario para que pudiésemos disponer de ellos. Las ventajas de elementos como tales se hicieron visibles casi de manera inmediata: en los dormitorios existía una gran cantidad de espacio para moverse, lo que reforzaba nuestra calidad de vida y también la del niño que estaba en camino y que era lo más importante para nosotros.
Recientemente ese niño ha cumplido los tres años. Se trata de un muchacho feliz y alegre que además es bastante inquieto. Con todo el orgullo podemos decir que hemos cuidado todos los aspectos necesarios y fundamentales para su crecimiento y que este es uno de los motivos que explican su infancia tan feliz.
Por otro lado, la incorporación de varios armarios empotrados nos ha permitido mejorar en organización. Recuerdo que cuando vivíamos en el piso solíamos equivocarnos con la distribución de las prendas de ropa debido a que apenas había espacio para guardarlas. Ahora la cosa es muy diferente. Todo está en su sitio y eso nos permite mantener la casa cuidada y no perder nuestras pertenencias.
Resumiendo; comodidad, modernidad y precio son las tres palabras que describen los armarios de una entidad como Sidón Armarios. Y es que, para nosotros, dar con ellos solo ha implicado ventajas.