El punto cero de cualquier negocio físico es el local comercial donde va a desarrollar su actividad. Esto implica o construirlo o reformar un local ya existente. Estés frente a una coyuntura o la otra, estas son algunas cuestiones importantes que debes conocer.
Los arquitectos de B.M. Constructora, una empresa de construcción murciana especializada en construcción comercial; es decir, en construir locales comerciales de cualquier tipo, nos comentan que la clave en estos casos debe ser crear espacios funcionales, atractivos y que se adapten a las necesidades de la empresa y de los clientes. Un enfoque que debe estar presente desde la planificación inicial del proyecto.
Cuando queremos abrir una tienda, una de las primeras acciones que realizamos, es recorrer la ciudad, o la parte de ella donde nos queremos establecer, y buscar locales disponibles en venta o alquiler. Aunque hayamos encontrado uno que nos convenza por su ubicación, dimensiones y condiciones de uso, es inevitable que tengamos que hacer reformas.
El local no se corresponde con la imagen de establecimiento que queremos dar. Es posible, que para algunas de nuestras actividades no sea del todo operativo, por lo que tenemos que adaptarlo. Sucede siempre, aunque alquilemos o compremos un local que antes se dedicaba a lo mismo que nosotros queremos hacer.
Imaginemos que pretendemos abrir un restaurante y cogemos un negocio de restauración en traspaso. Es un error abrir la persiana sin efectuar reformas antes. Estamos indicando al cliente que este es un restaurante nuevo. Que no tiene nada que ver con el restaurante anterior.
Este es un reclamo para atraer visitantes. Algunos de ellos se transformarán en clientes. A la gente nos gustan las inauguraciones. Cuando se ha abierto un negocio nuevo queremos conocerlo. Las reformas en los locales comerciales son inversiones que se amortizan más o menos rápido.
Tanto si vas a abrir un restaurante como si lo que quieres es montar un taller de arreglos de ropa, una frutería o cualquier otro establecimiento comercial, estas son algunas cuestiones que debes valorar y conocer antes.
Lo más importante es la ubicación.
La ubicación física del local determina en gran medida el éxito del negocio. Para abrir un negocio necesitas un lugar con un tránsito de gente suficiente que te permita conectar con tu público objetivo. Las inmediaciones de instalaciones visitadas asiduamente por los ciudadanos, como los centros de salud, los colegios o los grandes supermercados, suelen ser un lugar óptimo para abrir un establecimiento comercial.
Las áreas comerciales son otro de los enclaves adecuados. Todas las ciudades o pueblos tienen un conjunto de calles céntricas por la que la gente solemos salir a comprar. Es cierto que el precio de venta o alquiler de estos locales suele ser más caro, pero también te permite poner los precios más altos y aumentar la facturación. Todo es cuestión de hacer números.
Muchos barrios disponen de su propia zona comercial. Es probable que el precio del inmueble sea inferior. Puede ser interesante ubicarte allí si puedes encontrar en la zona a tu clientela potencial.
Para abaratar costes, puedes valorar instalarte en una calle secundaria, no en la calle principal. Eso sí, debes asegurarte de que el local sea visible para la gente desde la calle más comercial.
Lo que es un error es abrir una bodega selecta de vinos o una pastelería ecológica en un barrio obrero porque el precio del local es más económico. Ese negocio, desde su apertura, está abocado al fracaso. Estas tiendas van dirigidas a clientes sibaritas con un nivel adquisitivo medio-alto. No se corresponde con las necesidades y hábitos de compra de los vecinos del barrio.
Por eso, aunque el local que hayas escogido requiera importantes reformas, su ubicación es el aspecto principal para seleccionarlo.
Los permisos que necesitas.
Hemos encontrado la ubicación perfecta para nuestro negocio. Esto no es suficiente. Debes analizar que el inmueble se adapta a las normativas municipales. Un aspecto importante es la altura de los techos. Cada ayuntamiento fija en una ordenanza municipal la altura mínima de los locales comerciales en función de la actividad que se va a realizar en ellos.
Debemos valorar también que el bajo disponga de ventilación o que se pueda crear. Que pueda cumplir las normas de protección contra incendios y que la potencia de suministro eléctrico se adapte a las necesidades del negocio. Estos son algunos aspectos que se pueden solucionar fácilmente, pero se han de tener en cuenta a la hora de planificar el proyecto.
Otra cuestión que debemos tener en cuenta es si queremos abrir el negocio en una zona catalogada como histórica. Como son los cascos antiguos de las ciudades. Aquí tendremos que partir de que la fachada debe estar en consonancia estética con la zona, por lo que determinados diseños no los podremos aplicar. En estas áreas protegidas el número de licencias de obra suelen ser menor y su tramitación es más lenta.
En cuanto a los permisos, necesitarás solicitar un certificado de compatibilidad urbanística, un proyecto de obra (redactado por un arquitecto y aprobado por el colegio de arquitectos), un proyecto de actividad, una licencia de obra y una licencia de apertura.
Todos estos permisos se solicitan por este orden, y salvo el proyecto de obra que elabora el arquitecto, todos los trámites se efectúan en el ayuntamiento.
En cuanto a las licencias de obra, la revista digital Dosier diferencia entre licencias de obra, propiamente dichas y declaraciones de responsabilidad.
La licencia de obra se solicita cuando la reforma implica cambios en la estructura del edificio, supone un cambio de uso del local o se van a realizar trabajos en la fachada. También es imprescindible cuando vamos a abrir el negocio en un edificio histórico o protegido.
La declaración de responsabilidad, más sencilla de obtener, se tramita cuando vamos a hacer una redistribución de los espacios, vamos a acondicionar o cambiar el interior, pero no la fachada. A no ser que sea un mero cambio de rótulo. Para lo que no necesitamos licencia de obra.
La declaración de responsabilidad manifiesta que el propietario se hace responsable del tratamiento de escombros y runas derivados de la reforma.
Las reformas más habituales en los locales.
Aunque el local que hemos adquirido estuviera operativo, o sea nuestro, y hemos transformado su apariencia o interior, toda reforma comercial va encaminada a una inauguración. A la apertura de una etapa nueva. Partiendo de esto, estas son las reformas que más se suelen hacer en los locales comerciales:
- Redistribución interior: Una de las reformas más habituales es adaptar la distribución interior del local a las necesidades del nuevo propietario o el tipo de negocio. Esto puede implicar la creación de nuevos espacios, la eliminación de paredes o el levantamiento de tabiques.
- Remodelación de la fachada: La fachada es la tarjeta de presentación del negocio. Debe ser atractiva, informar con claridad sobre la actividad que se va a realizar y ha de ser accesible para el público. Tanto para entrar y salir de la tienda como para poder visionar parte del género o de la actividad que se realiza dentro. Entre estas obras se incluyen la instalación de los rótulos, la pintura exterior, la colocación de puertas y escaparates, etc.
- Mobiliario e interiorismo. Otra de las reformas más comunes es transformar el interior de la tienda de forma que sea más cómoda para realizar las actividades del negocio y vistosa para los clientes. No estamos hablando de redistribuir el local. A veces un cambio de mobiliario es suficiente para cambiarle la cara a la tienda y que sea más cómoda para los trabajadores y más seductora para los clientes.
- Actualización de instalaciones eléctricas y de plomería: Es común, cuando se coge un local, que se realice una revisión de las instalaciones eléctricas y de plomería para garantizar que cumplan las normativas vigentes. Es básico para un funcionamiento seguro y eficiente del nuevo negocio.
- Implementación de sistemas de seguridad: Otra de las reformas que se suelen hacer en los locales comerciales es la mejora de los sistemas de seguridad, para proteger la tienda de actos ilegales o incívicos y proporcionar un mayor bienestar a los clientes. En este sentido se suelen instalar sistemas de seguridad, como alarmas, cámaras de vigilancia, sistemas de detección de incendios, salidas de emergencia, etc.
No queremos terminar el artículo sin mencionar lo importante que es la diferenciación de los locales. Un artículo publicado en LinkedIn afirma que en un mercado tan competido como el actual, la diferenciación de los establecimientos puede marcar la diferencia entre el éxito o fracaso de un negocio.
Debemos indicar al cliente que nuestro negocio es distinto al de la competencia; sobre todo si es un negocio de reciente creación o al que le queremos dar una nueva orientación. Este mensaje lo transmitimos, en primera instancia, con la apariencia y decoración. Debemos indicarle a nuestro comprador potencial que nosotros somos la mejor opción para adquirir los bienes o servicios que necesita.
Si nos parecemos al resto de los comercios, no tiene ninguna razón para dejar de comprar en su tienda habitual y acudir a nosotros.