En la vida te toca tomar decisiones que posteriormente marcarán. Llega el momento que tienes que elegir entre universidad o formación profesional, si irte a vivir a otro lugar por amor o mantenerte en la ciudad de toda tu vida, y por supuesto, decidir si compras una casa o te vas de alquiler. Y una vez que la compras, si nueva o de segunda mano para hacer la reforma. Si tienes un dinero ahorrado puedes hacer esto.
En mi caso después de hacer un análisis exhaustivo decidimos que una de las mejores formas era comparte una cosa invirtiendo más dinero. Hicimos cuentas y si compras una casa que tengas luego que reformar, entre unas cosas y otras, puede subir el presupuesto de manera impresionante. Además, tendrás que hacer llamadas para preguntar al reformista, y siempre salen cosas que no contabas con ello.
Yo sin embargo prefiero gastarme más dinero y no tener que hacer reformas. Es tan fácil como acudir a Suma Inmobiliaria y encontrar pisos donde no tienes que hacer nada. En mi caso ya estaba reformada en el año 2012 con dos dormitorios, dentro de urbanización cerrada sin piscina, con un pequeño jardín trasero, al lado del Centro Comercial Arturo Soria Plaza. El piso se distribuye en hall de entrada, salón, cocina totalmente equipada. Dormitorio principal, otro dormitorio con un cuarto de baño. El edificio dispone de una zona subterránea para aparcar a disposición de los vecinos de forma rotativa 9 meses al año y hay una plaza exterior que si está libre se puede aparcar. Todo ello por 285.000 euros.
Cuestión de tiempo
Y es que si te metes en reformas, te vas a tener que enfrentar a los siguientes aspectos. Como te decíamos antes, las reformas de una casa sabes cuándo comienza y nunca cuándo termina. El factor tiempo es vital. Si la haces en verano tendrás la ventaja de que se seque más rápido y podrás mantenerla al aire libre. Sin embargo, su principal desventaja es que se suelen producir retrasos porque muchos profesionales se van de vacaciones. Por el contrario, si la empiezas en invierno debes tener en cuenta que las puertas y ventanas deberán mantenerse cerradas, lo que prolongará el tiempo de secado.
Pide varios presupuestos, a veces hay una diferencia tremenda. Por eso tienes que pedir diferentes cuentas, y que te lo den muy detallado. Al principio será lento y costoso, pero seguro que te merece la pena para ahorrarte un dinero.
Papeleo
Y no olvides que cuando tengas que hacer una reforma tienes que enfrentarte a los temidos papeleos. Es indispensable solicitar el permiso de obra. Debes acercarte al ayuntamiento para que te informen del tipo de permiso que te corresponde y cuánto tienes que pagar. Tienes que saber que existen dos tipos de permisos. De obra menor que es el dedicado a reformas en baños, cocinas, pavimentos y alicatados. Y de obra mayor, que es cuando tienes que modificar paredes, ventanas, puertas, etc.
Cuando ya tienes todo preparado, deberás amoldar tu casa a la situación. Lo más seguro es que tengas que trasladar todos tus muebles a otro sitio, en este caso, puedes alquilar un trastero para guardar tus objetos, es algo que está muy de moda y que ha abierto un gran mercado. Asimismo, lo más probable es que tengas que plantearte cambiar de vivienda. Por eso te decía que es complicado calcular los días. Si te vas a vivir a un hotel, la cuenta te puede salir por un dineral. Si te vas a casa de unos familiares, podéis acabar tirando los trastos a la cabeza.
No te olvides de informar con tiempo a tus vecinos de la obra. No está de más avisar con carteles el tiempo de duración, el piso en el que se va a realizar la obra y pedir disculpas por las molestias ocasionadas. Está claro que la casa estará sucia, llena de polvo, y lo más importante, habrá mucho ruido. Esos días tendrás que ser más diplomático que nunca, y si tienes viejas rencillas con algún vecino, intentar solventarlo.
Es muy importante tener paciencia y hacerte a la idea que uno que otro dolor de cabeza vas a tener, seguro. Sin embargo, verás que una vez culminada la obra todo habrá merecido la pena.