Conocemos la capacidad que tiene la energía solar para producir electricidad. Se consigue a través de los paneles solares de células fotovoltaicas que transforman la luz del sol en energía eléctrica. También se puede obtener agua caliente y calentar los hogares aprovechando la energía solar. Es otro sistema diferente. Son las llamadas calderas solares. Conozcamos un poco más sobre el tema.
El funcionamiento es muy sencillo. Se colocan placas solares en el techo que captan y concentran el calor que irradia la luz solar. Este calor servirá para calentar el agua de una caldera, la cual nos proporciona agua caliente para ducharnos, y calentará los radiadores de una calefacción como la de gas. Una instalación de tubos y radiadores donde el agua caliente va circulando por todo el circuito. Es un sistema parecido al que se emplea con las calderas estancas de gas, solo que en este caso empleamos la energía que viene del sol. Una energía más limpia, menos contaminante y que nos saldrá más económica.
El verano es la época adecuada para instalar una calefacción en casa. O para transformar la que tenemos en otra más eficiente energéticamente. De esta forma lo tendremos todo listo para cuando bajen las temperaturas. Es una práctica habitual en el sector energético. En verano se venden e instalan calefacciones y en invierno se colocan aires acondicionados. En estas fechas encontraremos ofertas que harán que la instalación nos salga más económica. Una de las opciones que tenemos es la de colocar en casa una caldera solar.
Los técnicos de Lopsa, una empresa de Cantabria distribuidora de materiales para la construcción, que están apostando por las energías renovables, nos dicen que “los productos que respetan el medio ambiente son notablemente versátiles y ofrecen un alto nivel de eficiencia en condiciones extremas.” Esto significa, que frente a lo que podamos pensar, la energía solar es tan efectiva para calentar una casa en un invierno frío, como lo puede ser la calefacción de gas o la energía eléctrica. Con la ventaja de que nos autoabastecemos, no dependemos de la red, y a medio plazo supone un importante ahorro para nuestros bolsillos.
¿Qué son las calderas solares?
Nos dice la revista de divulgación científica Noticias de Ciencia que las calderas solares son aquellas que tienen como suministro principal la energía solar. Son calderas que se autoabastecen con las placas colocadas en nuestra casa o en nuestro edificio.
La radiación de la energía solar nos permite calentar el depósito de agua de la caldera que luego después se distribuirá por cañerías para proporcionar agua caliente y calentar la calefacción. La ventaja que tiene este sistema es que el calor que se transporta es mucho mayor que la energía consumida, y que una parte de ese calor quedará de forma residual en la caldera varias horas después de que se haya ido el sol.
El sistema consta de tres elementos básicos. Los captadores, que son placas solares que se colocan en el exterior, orientadas a la radiación solar; el depósito de almacenamiento, que en realidad es un termo o caldera de agua; y un circuito hidráulico que transporta el calor de un lado a otro.
Esta caldera, como cualquier otra, dispone de su propio termostato para regular la temperatura, y de llaves que controlan la presión del agua para el correcto funcionamiento de la instalación.
El problema que tienen las calderas solares es que, por sí solas, no pueden abastecer por completo las necesidades energéticas de una casa. Se calcula, que de media, ahorran el 50% de energía en la generación de calor con respecto a una calefacción de gas o eléctrica. Su eficiencia depende de varios factores: la calidad de la instalación, las horas de sol que recibe la vivienda y la orientación de las placas solares. Por eso es conveniente combinarla con otro tipo de energía.
Combinación con otras energías.
Debido a este problema, las calderas solares que más se instalan son las llamadas calderas mixtas. Son calderas con un doble funcionamiento. Por un lado, están conectadas a las placas solares, por lo que, en un alto porcentaje de tiempo, se autoabastecen y, por otro lado, se alimentan de una fuente habitual de energía (gas o electricidad).
Con la instalación solar conseguimos producir energía limpia, que no contamina el medio ambiente, y reducimos nuestro consumo energético. Conectada a otras fuentes, nos aseguramos un suministro estable de agua caliente. La mayor parte de las calderas mixtas que se comercializan están preparadas para trabajar con dos sistemas: solar-gas o solar-electricidad, por lo que no tenemos que hacer nada especial para adaptarlas. Cambian de una fuente de energía a otra de manera automática. Por lo general, dan prioridad a la energía solar. Cuando esta no tiene poder suficiente para calentar la casa, se conectan a la otra fuente. Esto nos asegura que aunque hayamos tenido un día nublado, nuestra casa no se va a quedar sin agua caliente.
La opción más ecológica es combinar la caldera solar con una de pallets. Una que logra calentar el agua mediante la quema de pequeñas astillas de madera. El humo de la combustión sale por una chimenea.
La alternativa más cómoda son las calderas mixtas que se abastecen de energía solar y de gas natural. Una caldera solar es perfectamente integrable en un sistema de calefacción por gas. Funciona mediante cañerías hidráulicas igual que esta, por lo que no habría que hacer una gran instalación para integrarla.
Muchas calefacciones funcionan con gasoil o con electricidad. En estas calefacciones también se puede incorporar una caldera solar mixta, si bien debemos partir que las calderas eléctricas son las que más energía consumen, ya que calientan el agua por medio de resistencias.
Ventajas de las calderas solares.
Las calderas solares y las calderas solares mixtas son un medio de calefacción utilizado en Estados Unidos y algunas partes de México. El portal de información Univisión nos informa en un artículo de algunas de sus ventajas. Estas son las más destacadas:
- Fácil instalación.
Si el sistema de calefacción anterior tiene la posibilidad de combinarse con uno solar, cosa que sucede en la mayoría de los casos, no es necesario hacer grandes obras. Tan solo habría que instalar la caldera, como si instaláramos una nueva, los paneles solares y los conductos comunicantes. Se trata de una instalación rápida y sencilla que puede estar lista en un mañana.
- Mantenimiento sencillo.
Estas instalaciones no requieren un gran mantenimiento. Tan solo una revisión anual o semestral, dependiendo del uso que se le dé. Revisión que lo podrá llevar a cabo el servicio técnico de mantenimiento de tu calefacción de gas, siempre que se encuentra cualificado.
- Energía verde.
Como hemos repetido en varias ocasiones a lo largo del artículo, la caldera solar se abastece de la energía solar, la cual no vierte gases contaminantes a la atmosfera y es totalmente silenciosa.
- Ahorro energético.
La energía solar llega a cubrir hasta el 75% de las necesidades de agua caliente de una casa, durante todo el año, y el 50% de la de calefacción. El resto se suple por otras fuentes. Visto a medio y largo plazo, supone un ahorro considerable en el recibo del gas y de la luz, por lo que su instalación se amortiza sin problemas.
Caldera solar versus células fotovoltaicas.
Es importante comprender que estas calderas son diferentes a los paneles solares que producen electricidad. Este sistema nos sirve únicamente para proporcionarnos agua caliente y activar la calefacción. Para nada más.
Las placas que colocamos en la terraza lo que hacen es calentarse con la luz solar, y transmitir ese calor por medio de conductos de agua. En su instalación básica no entra en juego ningún cable eléctrico.
Por otro lado, los paneles solares que se colocan para producir electricidad están formados por células fotoeléctricas. Su funcionamiento es más complejo. Tienen un revestimiento anti-refractante que capta los rayos de sol y dos capas por debajo de dióxido de silicio o de aluminio, uno con carga positiva y otro con carga negativa. Al calentarse liberan electrones que pasan por medio de cables a un condensador, que hace la función de almacén eléctrico. El condensador será él que proveerá de energía eléctrica al edificio.
Si tenemos espacio suficiente en nuestro tejado, y este tiene una orientación adecuada para captar bien los rayos del sol, podemos plantearnos colocar paneles de los dos tipos sobre su superficie. No existen paneles que al mismo tiempo calienten el agua y produzcan electricidad. Son dos dispositivos distintos, con funciones y funcionamientos diferentes.
Uno se puede preguntar: ¿Si las placas de las calderas solares no producen electricidad, para qué las quiero? Muy sencillo, para lo mismo que contratas gas y pones una caldera estaca para disponer de agua caliente y calefacción. Solo que en este caso no dependerás del suministro de gas y te ahorrarás dinero en el recibo.
La energía solar tiene diferentes usos para hacernos la vida más cómoda, al tiempo que cuidamos el planeta. Lo mejor de todo es que la podemos instalar en nuestra casa y contribuir de esta manera a un consumo eléctrico más responsable.