A Córdoba: nueva casa, nuevo trabajo

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Cambiar de trabajo es algo que, en estos últimos tiempos, se ha hecho muchísimo porque tras la crisis, o más bien durante ella, muchos trabajadores nos hemos visto obligados a reciclarnos profesionalmente en más de una ocasión. Hoy tengo la suerte de poder anunciar a familiares, amigos y conocidos que me voy a trabajar a Córdoba y ya tengo sitio donde alojarme. Lo primero que he hecho es informarme un poco sobre la ciudad y voy a ir una semana antes en plan turista para visitarla y conocerla un poco, además, he encontrado este palacio que ver en Córdoba que me hace hasta más ilusión visitar que la mezquita.

He de reconocer que si fuera otra ciudad a lo mejor no estaría tan emocionada pero la realidad es que Córdoba está llena de misterio, o por lo menos a mí me lo parece. El palacio del que os hablo, por ejemplo, es el Palacio de Viana, que tiene una antigüedad de más de 5 siglos y sigue en pie y en perfectas condiciones. Impresionante ¿verdad? Además, es un sitio que, por lo visto, no es frecuentado masivamente y yo casi prefiero visitar esos lugares antes que meterme en medio de todo el bullicio turístico.

Eso no significa que no vaya a ir a los típicos monumentos sólo que, a lo mejor, voy a horas en las que no haya demasiado gentío, como dicen por allí.

La empresa a la que me voy a unir es una empresa que trabaja en el posicionamiento SEO de páginas webs. Es un trabajo que nunca había hecho antes pero han visto mi curriculum y están dispuestos a formarme para que haga las cosas a su manera, cosa que por lo visto les gusta mucho.

Mudarme de ciudad es algo que, además, nunca había descartado. Me gusta el lugar donde nací pero no siento apego por la patria ni anda por el estilo así que prácticamente podría vivir en cualquier sitio si me gustara y la calidad de vida que me esperase allí fuese la óptima. Lo que sí tengo claro es que yo las aventuras las vivo en vacaciones y eso de irme a lo loco, mochila al hombro, a ver lo que me encuentro en zonas paradisíacas estilo las Islas Fiji no va conmigo.

De hecho, conozco a un chico que se fue allí, por eso las he nombrado, y está encantado viviendo en una cabañita de madera y socializando con la población pero yo prefiero la comodidad de una buena casa. Llamadme lo que queráis pero así es como pienso.

El sur, además, es una zona de España que, por increíble que parezca, aún no había visitado. He estado en el norte de España, en Extremadura, en Cataluña, en el levante, pero jamás en el sur, así que para mí eso ya es una aventura porque, al fin y al cabo, me voy sola y es un paso muy importante para mi desarrollo personal.

Realmente no sé qué me espero encontrar pero sí sé cómo voy a decorar mi nueva casa: muy chill out. Siempre he querido hacerlo y ahora que tengo la oportunidad no pienso desaprovecharla.

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